Las grandes ofertas que promocionan los bancos junto a las tarjetas de crédito y de membresía se han convertido en una de las estrategias más útiles para tentar al consumidor, que cada vez está más atento al mercado. Primero ve cuál es la opción que más le conviene y luego decide adonde ir a comprar, para aprovechar un descuento o sumar puntos que luego se canjean por premios.
Además de aprovechar los descuentos directos, lo que hace el consumidor es postergar sus compras para los días específicos que hay ofertas.
Hoy, los clientes de más de un banco, a la hora de abrir la billetera piensan que tarjeta les conviene usar según los beneficios del día.
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